Todo puede ser más lindo, más hermoso, más aleccionador, si te detienes.
Detenerse en la sencillez es una idea que ronda más en mi cabeza Recordé así un fragmento de "Vivir adrede" que habla al respecto.
Sencillez
Detenerse en la sencillez es una idea que ronda más en mi cabeza Recordé así un fragmento de "Vivir adrede" que habla al respecto.
Sencillez
La sencillez es una de las virtudes más complicadas de este viejo mundo.
Cuando uno es sencillo (en su habla, en sus actos, incluso en su poesía)
corre el incómodo riesgo de ser tomado por tonto, por babieca.
Hay críticos, por ejemplo, que son propensos a elogiar solamente a aquellos
poetas misteriosos, cuyas obras son comprendidas por muy pocos.
Esos mismos críticos tampoco los entienden (...)
Si uno lee a Baldomero Fernández Moreno o a Antonio Machado,
y capta la sabiduría de su sencillez, quisiera salir a abrazarlos,
como si aún estuvieran ahí, con su pluma en ristre.
Cómo enseñan, cómo abren sin prejuicios las puertas de su vida y
nos regalan las llaves para que abramos la nuestra.
Todo mandante, ya sea el mandamás como el madamenos,
se afana (sobre todo cuando afana) en no ser sencillo.
La dificultad es su muro de contención, su bastión, su blindaje.
En la secillez, los hombres y mujeres se amparan, se comprenden, se alivian.
En la complejidad, en cambio, se ven con desconfianza y con rencores. (...)
Mario Benedetti, Vivir Adrede
La sencillez y la sabiduria de la contemplación
(Lago Chinancocha, Llanganuco, Huaraz)
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